Comenzaba a irritarme, debería haber permitido que “mastuerzo” terminara su desayuno, pero no, lo que más me irritaba es que a mis 32 años seguía sin creer en lo que decía mi madre:
“A chucho callejero, ni a los ojos, ni de comer, que por andar de cariñoso fastidiado te has de joder.”
Con “mastuerzo” era diferente, no había dado los estándares de su raza, por eso lo regalaron, no era callejero, solo rechazado.
¡ ya valió madre, la mire a los ojos!.
Comencé a justificarme a mis adentros mientras la limpiaba con papel de baño y no me encariñe, solo lo hice por curiosidad (lo juró), casi diario hay el patio papelitos del “home depot”, “aurrera” y de “dominnos pizza”, pero palomas mensajeras, era ridículo.
Quite el cinturoncillo de piel con las palabras “eli” piteadas, no pude resistir abrir el papel enrollado que la acompañaba:
-“ Amada Gala, quiero preguntarte si te atreverías a dejarlo todo, venir conmigo y conformar una familia, a fin de cuentas la vida es lo que uno quiere que sea y yo eso es lo que quiero, por eso lo digo… pero, como se que te molesta que te mande mensajes con Eli, mejor te marco a tu “cel” más tarde ó voy a tu casa. Te amo. Atte. Tu gordo.”
Pinche vato, arriesgar a la paloma por unas frases de amor.
Mastuerzo olía bajo la puerta:
Toma campeón, por hoy la libraste de croquetas.
